Muy inspirador, no solo desde el punto de vista de la autoayuda (tiene varias ideas que me parecen muy valiosas para intentar aplicarlas a tu día a día), sino, sobre todo, por los pasajes donde visitan esa isla repleta de ancianos longevos felices con sus huertecitos, sus paseítos y su círculo social de confianza. le dan a una unas tremendas ganas de viajar a ese lugar. Pero de momento, seguiré buscando mi ikigai.
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