Kwaidan

Resulta curioso que a pesar de no dominar nunca la lengua del país que le adoptó como a un japonés más, Lafcadio Hearn trasmita su cultura con tal vocación a través de sus espectros, leyendas, tradiciones y cuentos. La historia de la literatura japonesa está plagada de ellos. Admirado por el mismísimo Lovecraft por ser un "personaje extraño, errabundo y exótico que se aleja de la esfera de lo real con la maestría suprema de un poeta sensible" dejó un legado de espeluznantes historias que aún hoy llenan los guiones de las mejores películas de terror japonesas.
Leer este libro ha sido rememorar algunas de las escenas más impactantes, a la vez que ahogaba un grito histérico ante la contemplación de una cara sin ojos que atraviesa la pantalla para asestar un golpe mortal a la incauta victima que ha cogido el teléfono sin saber que con ello firmaba su sentencia de muerte... Recuerdo esta película con autentico terror, y he tenido que volver, esta vez a leer, aquella escena horripilante. Los fantasmas japoneses son más horripilantes, si cabe, que el resto, y ni siquiera la descripción de una belleza femenina enmarcada por una cortina de nieve impide el espanto de descubrir el final de la historia.
Un libro imprescindible para todos aquellos apasionados por las historias que una vez las has concluido, desearías dormir con la luz encendida. Terrorífico, magnífico, genial... Japón en estado puro.