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Cuaderno de un loco, por Natalia Hatt es el primer libro de la nueva editorial argentina “Vanadis”, a la cual agradezco mucho su confianza al darme un ejemplar del libro para reseñar. La historia trata de Bruno, un loco perdidamente enamorado de Lucila, una chica que vive en su barrio. En esta novela epistolar vamos adentrándonos en la cabeza no solo de Bruno sino también de Lucila, y en exactamente 102 páginas conocemos a estos dos personajes y sus recovecos mentales. Para empezar, la sinopsis es algo distinta a lo que realmente nos encontramos en las páginas del libro. Esperaba encontrarme con algo oscuro y siniestro cuando en realidad tiene un tono más bien “contemporáneo”, que es la intención creo yo, al estar narrado como si fuese un diario íntimo. Lo bueno de la escritura de Natalia es que realmente te hace sentir que estás leyendo una serie de notas, cartas y entradas de diario. Es una lectura muy ágil que terminé en menos de dos horas. Se lee muy rápido y todo el tiempo te mantiene con ganas de saber cómo se desarrollarán las cosas. De todas formas, es de esas novelas en las que el enfoque principal no está en la profundidad de la trama sino en la psicología de los protagonistas. Los personajes se me hicieron muy detestables pero de la buena forma, porque son verosímiles y realistas: no se va por el estilo psicópata de Ricardo López, sino que lleva un tono mas natural, algo que nos puede pasar a todos (si bien no al nivel de Bruno). al fin y al cabo, ¿quién no fue un poco stalker en su vida? Si bien hay algunos de los que no puedo hablar por culpa de los spoilers, tengo que decir que la construcción y como está llevada la trama es bastante interesante aunque un tanto predecible, pero cómo se van revelando las intenciones de cada uno es re intrigante. A pesar de haber visto venir la conclusión, está bien desarrollado y la personalidad de x personaje me sacó varios “hmm” a modo de sorpresa. Algo que me gustó particularmente es que este tipo de relación no sea romantizada, cosa que se hace bastante en el género juvenil. Desde un principio y sin necesidad de aclaraciones se nota que la autora no condona este tipo de relaciones tóxicas, e incluso al final del libro, todavía dentro de la ficción, nos anima a que si tenemos algún problema de esta naturaleza busquemos ayuda, porque siempre hay una salida y solución. En fin, me pareció una novela muy entretenida y la recomiendo si buscan algo ligero con lo que salir de un bloqueo o pasar una tarde lluviosa de domingo. Nuevamente me gustaría dar las gracias a la editorial por el ejemplar y felicitar a Natalia por el lanzamiento en físico de esta historia. |
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