Esta novela corta ha sido como un abrazo largo y prolongado, una delicia, todo ternura. Y es curioso porque el lenguaje es tan directo y tan ausente de florituras que parece hasta frío en ocasiones. Pero lo que hay tras las palabras, tras los diálogos, tan sencillos, y las muy someras descripciones es tan bonito que me ha conquistado por completo. La presentación de los diálogos es también muy particular. Puede parecer confusa al principio (sin rayas de diálogo e incluyendo acotaciones en medio de lo que dicen los personajes), pero está tan bien escrito que no te pierdes en ningún momento. Me ha gustado mucho, mucho. Habla de soledad, de valentía, de esa sabiduría que te dan los años y el no tener nada que perder, de buscar lo que quieres y lo que te hace sentir bien. Pero también de sacrificios, de renuncias, de amor por los hijos y los nietos. de vida. |