El coraje y la valentía de una mujer Addie, de 70 años, le lleva a acercarse a su vecino Louis y hacerle la propuesta más atrevida del mundo: " ¿Quieres venir a dormir conmigo esta noche? " A ojos de nuestra sociedad, podría parecer una propuesta desvergonzada. Pero nada más lejos. Es la llamada de auxilio de una mujer que se siente sola y busca la compañía de un hombre que también está solo. Fuera de todo pronóstico, entablan una amistad verdadera. Conversan en la cocina con una copa de buen vino y poco a poco, a medida que se van conociendo, va surgiendo un sentimiento de respeto mutuo, de alegrarse de haberse conocido, de compartir actividades, sin sexo a priori. “Solo quiero que conversemos”. No tienen prejuicios, no les importa el que dirán, solo quieren disfrutar de la compañía el uno del otro. No tienen tiempo para dedicárselo a escuchar las habladurías, sólo tienen tiempo para ser felices. Gene ,hijo de Addie, en plena crisis de divorcio, deja a Jamie en casa de la abuela, mientras reorganiza su vida. Addie es una buena abuela y no tarda en compartir su amor por Louis y su amor por Jamie. Juntos hacen excursiones, juegan al beisbol, van al cine. Jamie, que también se sentía solo, es feliz, le quieren, le miman y forman un trio especial. Todo era perfecto hasta que ese hijo egoísta clava una estaca en el corazón de su madre, le exige que deje a Louis para irse a vivir con ellos lejos de el. Y esto, algunas más que otras, sabemos que: ” Nunca me des a elegir entre mi hijo y tú, que sabes a quien elegiré, aunque tu seas el amor de mi vida”. Es una novela sobria, corta ,pero tierna y muy conmovedora. Deciden ser felices aunque sea por poco tiempo. |