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Crítica de AlhanaRhiverCross


AlhanaRhiverCross
30 September 2018
Después de haber probado con La Ley del Corazón, tenía claro que Amy Harmon era una autora a la que iba a seguir de cerca. No ha pasado mucho tiempo desde que la conocí y ya he podido volver a disfrutar de su maravillosa prosa. Escribe con una pasión y un sentimientos que traspasa el papel y con sólo unos pocos capítulos, independientemente de la trama, que sabía que sería dura de por sí, iba preparándome para una de las mejores lecturas de este año, de estas que no has terminado de leer aún pero ya sabes que en algún momento querrás volver a pasar por esas mismas páginas. Eso me ha pasado a mí con esta novela, no sé en qué momento, pero como los hechos que narran jamás dejarán de tener importancia y simplemente es ficcionar una historia como pudieron ser miles en la realidad, seguro que volveré a leerla y volverá a emocionarme como lo ha hecho la primera vez.
Debería dejar claro que aunque se encuadre en el sello romántico de la editorial y aunque contenga una historia de amor entre tanta tragedia bélica, en realidad no es un libro romántico, aunque sí que tenga sus escenas románticas. La pareja principal tiene una construcción en base a las circunstancias que les ha dado Amy Harmon: Eva Roselli, una violinista italiana de familia judía y Angelo Bianco, un seminarista católico estadounidense acogido en Italia por los Roselli. Como nunca entenderé la vocación de ser cura o monja (en el caso de la Iglesia Católica, de dedicarse por entero a cualquier religión en general) he conectado ligeramente más con Eva, que además es la que sufre la persecución antisemita y quien realmente inspira compasión al leer porque aunque su historia se desarrolle en los años 40, su personalidad tiene un toque muy actual: es rebelde, curiosa, le gusta la música, planea ir a la universidad, le gusta su mejor amigo y tiene un lado sarcástico que le ayuda a estar a la defensiva. Por el contrario, Angelo es más pasivo, un chico muy tranquilote y buena persona que es feliz con lo poco que tiene, un tipo familiar que disfruta ayudando al prójimo. Un poco sin chispa para mi gusto pero la horma perfecta para Eva y su relación es pausada de una manera casi exasperante porque no avanzan (lógico, porque él es cura, no pueden avanzar pero ahí están los sentimientos de toda su juventud).
También me han encantado los fragmentos dispersos del diario de Eva entre capítulo y capítulo, como otra forma de llegar a entender cómo se siente cuando todo a su alrededor no tiene ningún sentido. Más adelante también hay fragmentos escritos por Angelo que consiguen aportar realismo a ambos, como si de verdad hubieran existido personas como ellos y hubieran dejado constancia escrita. de hecho, a pesar de que ellos son personajes inventados, muchos de los secundarios que aparecen a lo largo de la novela fueron reales, bien porque son personajes históricos famosos (como Hitler, Himmler y altos cargos del ejerció alemán o de la policía italiana) o bien porque fueron figuras importantes en la resistencia antinazi, como algunos rabinos judíos o sacerdotes que hicieron la vida de los perseguidos algo más llevadera en ese infierno. La propia autora reconoce que su documentación ha sido exhaustiva para ser fiel a los ataques, bombardeos o matanzas masivas que tuvieron lugar durante la guerra, así que pese a que he visto y leído bastante acerca del tema, no dejo de asombrarme de lo poco que en realidad sabemos sobre lo que ocurrió en esos años.
Por otra parte, uno de los aspectos que más me han gustado es que el libro comienza unos años antes de que empiecen las barbaridades que todos conocemos perpetradas por Hitler y sus seguidores. Así podemos ir viendo cómo paulatinamente se fueron creando leyes absurdas que al principio ni siquiera los propios ciudadanos se tomaron en serio aunque poco a poco iban aumentando en absurdidez pero también en seriedad y cuando quisieron reaccionar, ya era tarde. Hay muchas historias centradas en los campos de concentración, tod@s hemos oído hablar de las atrocidades del holocausto y nos horroriza saber que existieron las cámaras de gas, pero la sensación de angustia e impotencia a medida que iba leyendo no la había sentido con ningún otro libro, porque normalmente se empieza ya en lo que más impacta: el exterminio de los judíos en sí mismo. Sin embargo, mucho antes de llegar a ese extremo, la realidad es que fue progresivo sin que el mundo hiciera nada porque el mundo ni se creía lo que estaba pasando. En esta novela se pueden ver muchos de esos cómplices silenciosos que se limitaron a mirar porque para que los nazis hicieran lo que hicieron, también fue necesario que nadie hiciera lo que se debería haber hecho, como por ejemplo, terceros países o el Vaticano.
Precisamente, el peso de la religión en La frágil belleza del cristal es palpable y además de ser un tema que me apasiona particularmente (en general, cualquier religión o mitología actual o pasada me parece como mínimo interesante) en este caso es una parte vital para ambos protagonistas. Para empezar, Angelo es cura y desde niño siempre ha sentido la llamada de Dios a su servicio, mientras que por su parte, Eva, al ser judía pero no practicante, no entiende cómo Angelo puede renunciar a todo, incluida ella, en favor de su vocación. Y aún así, también es obligada a que su vida (literalmente) dependa de la religión a la que ha nacido ligada o a fingir que profesa otra religión, la católica, para poder pasar desapercibida ante los fascistas alemanes. En definitiva, muchas de las páginas del libro están dedicadas a ese ambiente religioso y oscila continuamente en ese eje mostrándonos costumbres y puntos de vista de ambas creencias. En mi desconocimiento de la cultura judía, he aprendido muchísimas dogmas, ritos o simbología, al menos de la época en que está ambientada.
Además, la autora se ha documentado de tal forma que no parece una novela histórica cuando evidentemente lo es, pero es tan sutil que apenas nos damos cuenta de la cantidad de datos históricos que vamos absorbiendo. Si a eso le sumamos que su prosa está magníficamente elaborada, intercalando diálogos inteligentes con descripciones preciosas tanto de entornos como de sentimientos y pensamientos, y que tiene una habilidad para que nada resulte tedioso ni excesivamente morboso pese a estar narrando hechos horribles, el resultado es una fluidez que logra emocionarnos con ese equilibrio entre el miedo y la esperanza, porque aunque en una página estemos llorando de la rabia en la siguiente las lágrimas son de alegría. Para mí ha sido verdaderamente difícil tragar el nudo en la garganta en varias escenas y a la vez, contenerme de la emoción que me ha provocado el final: perfecto.
En resumen, una novela imprescindible para amantes de la época histórica en la que se centra pero también para los que sin haber leído mucho sobre el tema, sentís curiosidad por acercaros a los horrores que existieron en la realidad y que no nos quedan tan lejos. Ha sido una lectura tremenda en algunos aspectos y muy reflexiva en otros, pero sobre todo ha conseguido que Amy Harmon me gane por completo como fan, porque escribe con mucho respeto hacia un mensaje que en definitiva viene a decir que los derechos humanos están por encima de cualquier diferencia que pueda haber entre las personas. En mi memoria quedará una historia preciosa, conmovedora, cruda y esperanzadora, una historia de supervivencia, de lazos de amor, amistad y familia, una historia que al fin y al cabo, podría haber sucedido factiblemente en la realidad.
Enlace: https://enmitiempolibro.blog..
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