Lejos del mundanal ruido

“El amor es una fuerza posible que nace de una debilidad real”.

Por fin he leído uno de los clásicos victorianos más importantes. En ‘Lejos del mundanal ruido', Thomas Hardy nos situa en la Inglaterra rural victoriana para plantearnos una historia de amores y desamores entre Bathsheba Everdene y tres pretendientes, con diferentes caracteres y extraidos de esferas sociales distintas. Aunque no se trata solamente de una historia de amor al uso. Hay celos, tragedias, mentiras, humor, muerte… bueno, sí, quizá sí es una historia de amor al uso. ¡Pero qué bien narrada!

Bathsheba Everdene hereda por sorpresa una hacienda en un pueblito de Wessex, lo que hace que ascienda en el escalafón social. Ya es propietaria, tiene en su poder tierras, cabezas de ganado y trabajadores a su cargo. Esta situación sirve a Hardy para presentarnos a una protagonista empoderada, dueña de sus decisiones y poco dispuesta a dejarse someter por ningún hombre. Bathsheba quiere centrar sus esfuerzos en tomar las riendas de su vida y de su recién estrenado negocio. Hasta que la aparición inesperada de uno de los protagonistas masculinos trastoca todos sus planes y nos desvela a la Bathsheba más humana. 

La prosa de Thomas Hardy es una delicia para los sentidos. Nunca había experimentado un nivel tan elevado de sensaciones solo leyendo las descripciones de un autor. Hardy te traslada a ese Wessex rural del siglo XIX,  sus olores, a sus colores. Describe de la forma más rica posible el cielo, las constelaciones, las flores y plantas, las rutinas del campo, las relaciones que se daban entre amos y empleados. Me ha parecido un maestro de la descripción y del detalle, más que ninguno de los autores que he leído hasta ahora. 

¿Eso convierte a ‘Lejos del mundanal ruido' en una novela lenta o aburrida? En absoluto. Es una novela en la que siempre están pasando cosas, en la que siempre quieres seguir leyendo par saber qué ocurrirá con Bathsheba, con sus pretendientes. Las magníficas descripciones de Hardy sirven para tomar un respiro, recordarte que la acción transcurre en el campo, donde todos los elementos de la naturaleza tienen importancia, y meterte de cabeza en ese escenario, que lo sientas, que lo vivas. Ciertamente, consigue llevarte a ese mundo rural victoriano con su pluma.

En cuanto a los personajes, creo que son, junto a las descripciones, la mayor fortaleza de la novela. Bathsheba me parece una protagonista perfecta, aunque en la sociedad victoriana imagino que causó sorpresa que apareciera un personaje femenino fuerte, con poder y capacidad de decisión y que no se arruga ante nada ni ante nadie. Es cierto que en la primera mitad fui capaz de empatizar más con ella y que luego se torna un personaje casi insoportable, pero hay que tener en cuenta el contexto en el que se mueve Bathsheba. En cualquier caso, más allá de mis simpatías hacia ella, creo que es un personaje perfectamente construido. 

En cuanto a los tres pretendientes, representantes de diferentes estamentos sociales, también considero que Hardy realiza con ellos un gran trabajo psicológico, y su evolución a lo largo de la novela, fruto del desarrollo de la trama, es notable. Los secundarios (criados, trabajadores del campo…) son pintorescos y ayudan al lector a completar en su cabeza el cuadro de la Inglaterra rural que Hardy desea pintar con palabras en las páginas de la novela.

Un libro, sin duda, muy recomendable y que al leerlo, comprendes inmediatamente por qué es una obra maestra convertida en clasico. Es una historia de amor y desamor inolvidable, con unos personajes muy bien construídos, y un retrato preciso y detallado de un tiempo y un país narrado con maestría y pasión. Tengo muy claro que seguiré leyendo a Hardy.