Volverás a Alaska

Este es un libro que me saca totalmente de mi zona de confort pero que al mismo tiempo quería leer ya que había visto opiniones bastante buenas sobre la autora y qué queréis que os diga, no me arrepiento para nada porque... vaya maravilla de historia, de personajes, de ambientación,....

En primer lugar destacaré la ambientación y es que Kristin Hannah no se deja detalle en el tintero, te transporta a la historia de tal manera que es como si de verdad estuvieras ahí, transmitiéndote desde los olores, esos bosques, las formas de las nubes,..... Pero sobre todo nos muestra esa oscuridad que comienza a llegar conforme termina el verano y va dando paso al invierno, logrando crear esa atmósfera de claustrofobia y peligro desde los mismos personajes. Y es que hay veces que por muy inhóspito y peligroso que sea el lugar, el peligro no tiene porque venir de fuera si no de dentro....

Los personajes también son un punto fuerte en esta historia. Todos y cada uno perfectamente construidos y con su lugar y objetivo dentro de la trama. Hannah nos presenta personajes reales que a base de pruebas a lo largo de sus vidas sacar esa fuerza que incluso ellos mismos no saben que la tenían.

Leni Allbright, una niña de apenas trece años apasionada de los libros, uno de los personajes con más fuerza dentro de la historia. Quién ya desde una edad tan temprana es testigo del amor enfermizo y tóxico entre sus padres. Está acostumbrada a una vida de cambios constantes hasta que llegan a Alaska donde al fin siente encontrar un hogar. En Alaska conocerá a Matthew, el único niño de su edad en una escuela que cuenta con tan solo 6 niños y el que se convertirá desde casi el inicio en su mejor amigo y un gran apoyo. Es un personaje sublime, muestra desde ya el inicio una madurez mayor a la edad que tiene y no solo por su capacidad para adaptarse al medio en el que se encuentra si no también a la hora de comprender el problema entre sus padres, a pesar de ello será una gran apoyo para ambos, sobre todo para su madre.

Mediante Ernt Allbright Kristin Hannah nos muestra a esos soldados de guerra con todo y sus sombras al volver a casa, y lo hace de una forma magistral. Tal y como mencioné anteriormente sobre la ambientación, este tema junto a otros de similar importancia y dureza, los trata de forma delicada dándoles la importancia que realmente tienen y mostrándonoslo de una manera al mismo tiempo tan visual que es imposible no sentir ese miedo, odio y hasta impotencia que sienten algunos de los personajes.

En realidad todos los personajes han sido espectaculares, complejos pero sobre todo reales y todos serían dignos de mención pero uno en especial ha sido Marge la Grande. Una de las mujeres que viven en la comunidad Alaskeña, que no es tan simple como puede dar la impresión desde un principio y que será parte importante en las vidas de Leni y Cora.

A lo largo de la historia nos encontraremos con un romance, el cual, acorde con toda la historia en sí, está bien llevado, nace de la amistad y se va dando con los años. No es el elemento principal pero en conjunto complementará a una trama que nos habla de superación, lucha por lo que uno quiere y segundas oportunidades.
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