InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Inquilinas_Netherfield


Inquilinas_Netherfield
23 May 2021
En Los cuatro vientos, Kristin Hannah nos invita a realizar un viaje y un recorrido vital por la biografía de Elsa (de apellido Wolcott primero, Martinelli después). Para ello viajamos a los años veinte en Dalhart, en el Mango de Sartén de Texas, y conocemos a una mujer que más que una hija parece un apéndice. Descartada por fea y enferma, su familia sanguínea la mantiene y poco menos que la tolera... lejos de la sociedad, eso sí.

Y no es que nuestra protagonista sea una niña, sino más bien todo lo contrario. Es una mujer que ya ha cumplido veinticinco años, edad en la que por aquellos tiempos y costumbres ya debería haber formado su propia familia. Esta idea o plan está por descontado fuera de los planes paternos; ellos, sus padres, no desaprovechan la oportunidad de recordarle la enfermedad que padeció hace ya más de diez años y de la que no le ha quedado ningún rastro. A cada momento destruyen su autoestima y su valía como persona, diciéndole sin reparos y a las claras lo fea y desechable que es.

Y lo peor de todo es que, de tanto repetírselo, ha terminado por creérselo ella también. Pero una cosa son los prejuicios y otra es la sangre que recorre las venas de los que están vivos. Elsa se siente prisionera de su familia, desea ardientemente volar, ser mujer... En definitiva, encontrar su sitio en el mundo, ser una persona valiosa, aportar y ofrecer todo lo que tiene dentro; demostrar que también puede ser singular, visible e imprescindible.

A veces lo que pides se convierte en realidad, aunque esta no venga envuelta con las telas y ropajes de los protagonistas de las novelas románticas que han ayudado a Elsa a sobrellevar sus últimos años. Una noche conoce a Rafe Martinelli, más joven y más inmaduro que ella, algo que en principio parece no importarle. Tendrán un encuentro, y después vendrán otros que, como casi siempre que no se ponen los medios, traerán naturales y coherentes consecuencias. Esto será un escandalo mayúsculo para la familia Wolcott pues, como miembros de las altas esferas del condado que son, no tolerarán que su peor hija haya deshonrado el buen nombre de una familia fundadora... y así es como el apellido Wolcott es reemplazado por el de Martinelli.

Ahora es cuando vamos a conocer la pasta de la que está hecha esta inquebrantable mujer. Elsa ha heredado todo su coraje y espíritu pionero de su abuelo quien, a pesar de estar muerto, guía sus pasos y le da valor y fuerza para no rendirse, luchar y trabajar más duro.

Junto a la familia Martinelli consigue desprenderse de la condescendencia y del apocamiento. Establece prioridades en su vida y lucha hasta la última gota de sangre y sudor para defenderlas y, sobre todo, para poner alimento en la mesa. En tiempos en los que la Gran Depresión y las terribles sequías hicieron casi imposible que los trigales no se abrasasen al sol, no quedaba otra que trabajar y trabajar para exculpar y, de alguna manera, también mendigar un poco de validación y autoestima.

En esta lucha siempre cuenta con sus suegros, sobre todo con Rose, quien le enseña a trabajar duro, a sobrevivir y a cuidar y alimentar a una familia granjera.

Como palos entre las ruedas tiene a su inmaduro marido y a su hija adolescente, quienes la culpabilizan por sus sueños incumplidos y sus anhelos inalcanzables. El tiempo pondrá a cada uno en el lugar que le corresponde, la lucha dará sus frutos y el trabajo reportará la sabiduría de la experiencia necesaria y esencial para sobrevivir a las terribles circunstancias de todo tipo que durante esos años asolaban a aquellos que vivían en el Mango de Sartén de Texas.

Si algo hay que reconocerle a nuestra protagonista es que su vida ha sido vivida. Elsa lo da todo, no se queda nada: su energía, su fuerza, su empatía, su solidaridad, su amor, su perdón... una cantidad de sustantivos con los que Kristin Hannah ha construido a su personaje, su historia y las muchas vidas que se crean o se tejen a su alrededor.

Los cuatro vientos es una novela que en principio, dadas sus más de quinientas páginas, podría parecer un poco larga y espesa, pero nada más lejos de la realidad. Elsa Martinelli es un personaje redondo que crece ante nuestros ojos, nos engancha, nos atrae, y del que, una vez llegamos al final de la historia, resulta muy difícil o casi imposible desprenderse u olvidarse.
Enlace: http://inquilinasnetherfield..
Comentar  Me gusta         70



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Apreciaron esta crítica ()(7)ver más