Vuelvo a este libro precioso porque últimamente varios de mis CL me llevan a él. Las cartas de la americana Helene Hanff a los libreros londinenses de Marks & CO valen para varias relecturas. Los intercambios comerciales con los que inician su correspondencia —cuando Helene busca libros descatalogados— dan paso a una amistad que se va forjando a pesar de la distancia y del contraste entre la cultura anglosajona y la americana. Sus cartas van mostrando el cariño que va creciendo entre ellos gracias a sus mutuos detalles empáticos, las anécdotas personales y los regalos que comparten, sus bromas e ironías, sus gustos, sus recetas, sus confesiones, su amor por los libros… Tierno y conmovedor, te hace sonreír de complicidad y deja entrever la crisis de la posguerra en Londres con sus detalles cotidianos (con las cartillas de racionamiento y la falta de alimentos…). Leerlo es volver a casa, recordar cuando lo leí, y también como cuando visitas una librería de segunda mano ver nuevas posibles lecturas. Una reflexión sobre los tiempos de lectura, la forma de leer y los libros que merecen un espacio en las bibliotecas personales. |