La canción perfecta

Es más lista que el hambre y tan ambiciosa que incomoda a la gente. El verano pasado fue el primero para ambos en Daytona. Paseamos todo el fin de semana juntos y no volví a saber nada de ella. Hasta la siguiente vez que se unieron nuestros caminos. Es inofensiva, pero a Fitz no le gusta. No le importa nuestra relación. Piensa que está aprovechándose de mi nombre.

Todo este tiempo , sin siquiera pretenderlo, he visto a Annie como mi salvación. Mi luz al final de este maldito túnel. Su nombre salvaría mi reputación, su pasión inspiraría mi música. Su amor me salvaría.

Y todo este tiempo ella me ha visto a mí como su perdición. Su conclusión inevitable. Yo la destrozaría y ella me lo estaba permitiendo.

—Me encanta, por encima de cualquier otra cosa. Eso es lo que me asusta. Sé que es difícil de entender y me parece que ni yo misma lo comprendo, pero la música está relacionada con todo lo bueno y lo horrible que hay en mi vida. Lo mejor y lo peor. Fíjate en toda esa gente. —Se asoma por un lado y señala a las personas que pasean, que parecen insectos diminutos sin rostro—. Ellos no tienen que cantar ni subirse a un escenario para ser felices, para sentirse completos. —Me vuelve a mirar a mí con ojos penetrantes—. Yo sí. Mis padres también, hasta el punto de que murieron. —Sacude la cabeza—. Intenté hacer otra cosa, ser otra persona…, pero no pude. No puedo renunciar.

La música country es como el instituto: todo el mundo se conoce