 |
Me gusta muchísimo leer retellings, especialmente de historias que conozco muy bien y que me gustan tanto como La Sirenita, aunque en este caso sea sobre su villana. Pero, además, me fascinan los libros de fantasía con sirenas, brujas o ambas. Así que, este libro era una apuesta segura. No sé porqué he tardado tanto en leerlo. Evie es una joven que ha sufrido los peores golpes de la vida: la muerte de su madre y la pérdida de su mejor amiga Anna, a manos del orgulloso océano. Pero, por si esto fuera poco, la familia de Evie proviene de un largo linaje de brujas, y su sangre posee magia. Si alguien llegase a enterarse, sus cuerpos arderían en las llamas, bajo la atenta mirada de un pueblo que, desde niña, la señala con el dedo por su íntima amistad con el príncipe heredero Niklas. Durante la celebración del cumpleaños de Nik, una peligrosa tormenta se desata y zarandea el barco real, hasta que el príncipe cae por la borda. Cuando Evie corre a buscarlo, ve a una sirena de cabellos rubios y rasgos muy similares a los de Anna, que ya lo ha rescatado y le canta al oído. Ésta, al verla, huye despavorida y se pierde entre las olas del mar. ¡Una sirena! Si lo contase, nadie la creería... sin embargo, unos días más tarde, una joven llamada Annemette, aparece junto a Evie y ambas se hacen buenas amigas y confidentes. Aunque ella lo niega, Evie está segura que tras sus azules ojos, se esconde su antigua amiga Anna. Narrada a dos tiempos, Evie nos lleva junto a ella y Annemette en las celebraciones en honor a Urda, que lidera su querido amigo Nik. Mientras tanto, vamos indagando y conociendo lo que ocurrió en el pasado y cómo desapareció Anna. Todo ello, aderezado con grandes dosis de misterio e intriga, que te mantiene en tensión durante toda la lectura. La trama me ha resultado muy original y, al igual que ocurre con la película de Maléfica, se nos muestra un origen de la villana no tan malévolo como podríamos suponer. A mí parecer, es una historia muy completa y me ha sorprendido mucho como Sarah Henning imagina su nacimiento. Quizás, por ponerle algún pero, lo que menos me ha gustado es la narración en presente y primera persona, pero eso es simplemente un gusto personal. En definitiva, es una lectura que me ha gustado mucho, tanto que la he devorado en apenas dos noches y que me parece ideal para todos los amantes de la Sirenita y, especialmente, de nuestra más icónica y querida villana de los mares, Úrsula. |
>
