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Era un trabajo sencillo: ir una semana a trabajar en lo que mejor se le daba: catalogar antigüedades. Con lo que no contaba Eva, era con que su nuevo “jefe” fuera Gabriel, un vampiro de cuatrocientos años de edad. Ella, tan escéptica, se da de bruces con la realidad que rodea al guapo vampiro y se ve envuelta en una locura para salvar la vida de los dos y donde su corazón acabará en juego. Eva y Gabriel son los protagonistas de la historia. Ella es una chica humana, con una titulación y pasión por la historia y las antigüedades. Él es un vampiro con una coraza enorme alrededor. Cristoph es el mejor amigo de Gabriel y es un amigo fiel y devoto (y un vampiro también). Elisabeth es quien los convirtió y es una persona horrible que me ha producido mucho rechazo. Calíope es la ama de llaves en casa de Gabriel y me ha causado mucha ternura. Mila, la que era prometida de Cristoph me ha dejado con muchas incógnitas. La trama empieza con la llegada de Eva a casa de Gabriel para realizar un trabajo de catalogación de una serie de antigüedades. Acompañamos a los personajes durante dos semanas donde hay una montaña rusa de sucesos paranormales que me han tenido pegada al libro. La historia me ha encantado. al principio era algo lenta, pero a partir del capitulo 8 empieza la acción y es un no parar. La descripción ambiental en algunos momentos se me ha hecho larga, pero es un libro de lectura rápida por la cantidad de cosas que pasan y te mantienen en vilo. |
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