“Ruth piensa en noviembre, en las noches cada vez más negras y el aullido del viento en las marismas. Se imagina a los padres esperando, rezando por que vuelva su hija, dando un respingo al oír el teléfono, esperando noticias un día tras otro… El lento retroceso de la esperanza y la sorda certidumbre de la pérdida.” ~ Los ecos del pantano de Elly Griffiths. Ruth es profesora de Arqueología en la Universidad de Norfolk y a ella recurre el inspector Harry Nelson cuando aparecen unos huesos de una niña en las marismas. Tras datarlos, concluyen que corresponden a la Edad de Hierro y no a ninguna de las dos niñas desaparecidas en la zona en los últimos diez años. Abatido por seguir sin pistas de las pequeñas, el inspector recurre de nuevo a Ruth para que le ayude a descifrar unas cartas que ha recibido y que parecen ocultar pistas sobre las niñas. Poco a poco el caso se va enredando y Ruth se ve más y más implicada. Típico thriller. Entretenido, previsible y correcto. Ideal para aquellos lectores que les guste la intriga sin estar con el corazón en un puño ni tener que enfrentarse a escenas truculentas. Ah! Y además hay culebrón. Me ha recordado a los libros de la saga del inspector Knutas: sencillo, sin complicaciones y cortito (menos de 300 páginas así que paja la justa). |