Segundo libro de la serie protagonizada por la arqueóloga Ruth Galloway. En este caso Ruth es llamada por la aparición de un enterramiento en un hallazgo arqueológico: los restos óseos de un niño. Son restos de hace varios años, por lo que el caso se complica aun más por el paso de los años. Pero lo que parece un "caso frío" (o cold case, como se llama en inglés a los casos que quedan abiertos), se vuelve muy "caliente" cuando la arqueóloga empieza a recibir amenazas. Y por si todo lo anterior es poco, nuestra protagonista tiene que encarar los primeros meses de embarazo con sus náuseas y demás, en una situación poco favorable: su familia no la apoya, el padre del niño está casado, ... El libro resulta entretenido, interesante, pero no os esperéis un ritmo vertiginoso, ya que al contrario de otros libros de esta temática, el ritmo es más bien pausado, aunque no lento; no hay golpes de efecto ni grandes alardes de "¡sorpresa!". |