Quizás decir que es la mejor escritora de lengua hispana, para algunas personas, sería excesivo; quizá para ellas, no para mí. Conocí a Almudena Grandes en la radio; después la leí. Su literatura es sencilla, directa (nunca plana, que eso es otra cosa muy diferente). Sus personajes están perfectamente trabados, enganchan, te quedas con ellos. Malena fue ese primer personaje que se quedó conmigo, después vinieron muchos más. Pero de todos siempre permanecerá en mi memoria Raquel Fernández Perea, aquella hija (también nieta) de exiliados republicanos; como me quedará en la memoria ese primer párrafo con el que inicia ‘El Corazón Helado' (mi novela preferida, esa que ocupa un lugar privilegiado). Tramas enlazadas, personajes conectados y una historia, la de Raquel y Álvaro, quienes acabarán por descubrir esa vieja historia que los conecta. Hasta el último instante creí que Raquel había olvidado un pasado… No digo más para no desentrañar una novela imprescindible. Buena prosa, como siempre que se habla de Almudena Grandes, no importa si es la articulista o la novelista. Una gran historia narrada en 916 páginas que se devoran, que no se pueden dejar de leer. La nots de la autora final me sacó unas cuantas lágrimas.
|