Un cuento corto y bonito, pero más que el vínculo que pueda surgir entre el protagonista y la profesora, o el amor con la compañera, que al fin y al cabo es el eje vertebral del cuento, me quedo con esa falta de voluntad, de ganas de luchar, de aprender y sobretodo de entender, por parte de los padres del chico. Situaciones, que por desgracia, se siguen dando en pleno siglo XXI. Al final del libro hay actividades para realizar después de la lectura. |