Ventanas

"Ventanas" es la nueva novela de Paloma González Rubio, quien ha escrito tanto novelas para adultos como para un público infantil y juvenil. En el 2007 recibió el premio de relato José Saramago.

"Ventanas" es una novela para un público juvenil, a partir de 14 años, aunque personalmente, creo que es una historia que también merece la pena ser leída por los adultos.

Me ha llamado la atención por la sinopsis, el tema elegido para un libro juvenil, pero más me ha sorprendido cuando lo he empezado a leer. "Ventanas" no es el típico cuento de aventuras o fantasía. "Ventanas" tiene un poco de distopía, con un mundo cambiado tras la guerra. Un mundo en el que nadie puede guardar secretos, con las puertas abiertas y las ventanas sin cubrir, para poder ver y para que te puedan ver. Una ciudad hostil, que hasta ahora desconocían los protagonistas de esta historia, tan solo unos niños.

La historia que se esconde tras "Ventanas" es una historia dura, que ha conseguido en más de una situación ponerme los pelos de punta. Una historia que calará en el público juvenil para el que está orientada. A pesar del toque de ficción, de distopía, "Ventanas" también tiene su parte real, la de los niños soldado, y que quizá muchos niños desconozcan.

Paloma González Rubio ha centrado el papel protagonista en Bruno, pero tanto su hermana Silvina, como sus primos Pablo, Martina y Mateo, también van a jugar un papel importante. Una familia que se ve rota cuando los padres y tíos de Bruno y Silvina son detenidos, y ellos dos por ser los mayores, se hacen cargo de sus primos y del pequeño Mateo, que es aún un bebé.

Es muy duro leer ciertas situaciones, pero también llama poderosamente la atención la madurez con que los niños afrontan la situación y cómo, a pesar de no saber, replican los pasos que tantas veces han visto hacer a su madre y a su tía, de por ejemplo cambiar el pañal al bebé, mecerlo para dormirlo, o darle de comer con un trapo como a un gatito. Reconozco que me ha entrado angustia en algún momento, por la indefensión de Silvina, para cuidar del bebé.

Los niños observan cómo todo el mundo les da la espalda, cómo los vecinos ni los miran, por miedo a represalias, por cobardía, para que no les relacionen con ellos. En esos momentos queda claro el egoísmo humano, de dejar de lado a unos niños, y de no tener ni una pizca de humildad y piedad frente al llanto de un bebé que dura horas y horas. Situaciones que al final pagan los niños, a los que se arrincona hasta llegar tras la mirilla de un fusil, ya que al sentirse invisibles, no encuentran otra salida.

Tampoco podemos dejar pasar de largo las similitudes y diferencias que los lectores encontrarán en "Ventanas" en comparativa a la sociedad actual que les rodea. Pero llamará más la atención saber que no muy lejos, existen ciudades hostiles como la de "Ventanas", y niños como Bruno, Silvina y sus primos. Quizá ello les haga valorar y apreciar más su situación y el día a día que les rodea.

"Ventanas" ha sido todo un descubrimiento, y es una novela que recomiendo leer también a los adultos.
Enlace: https://anikaentrelibros.com..