Interesante worldbuilding, he disfrutado. Aún así, creo que el libro se alarga innecesariamente: la autora no cesa de insistir en lo dividida que se siente la protagonista entre su papel como madre y como capitana; se hace repetitivo. No tengo nada en contra de la narrativa intimista, pero dar vueltas una y otra vez a la misma idea es cansino. En cambio, el final se precipita y no soluciona la incógnita de qué ocurre con Gaozu. Una pena porque reconozco que era lo que más me atraía del libro: la civilización alienígena que se descubre en el planeta. Aún con todo, seguiré leyendo a esta autora, me interesa mucho La última luz de Tralia |