Con un humor mordaz y descarado Molero nos entrega esta deliciosa novela, muy bien trabajada desde la documentación y completada con sus teorías y licencias. Tal como ocurriera con los emperadores más odiados ( Caligula y Domiciano entre otros muchos "agraciados") se trató de borrar toda huella posible y por extensión, la historia tiene ciertos vacíos que cada autor rellena a su libre albedrío. "Damnatio memoriae" cuanta paz trajiste como incertidumbres nos dejaste. El incendio de Roma es uno de esos casos donde Molero nos da su particular visión. Ríos de tinta y posturas de historiadores irreconciliables por cuatro casuchas que se quemaron. ¡Cómo se nota que estos romanos nunca vinieron a Valencia en Marzo! ¡800 hogueras quemamos en tres horas! Y solo se nos escapa alguna palmera reseca. La novela comienza con otro gran personaje: Agripina, sobrina de Claudio y madre de Nerón. Mujer que usará cualquier recurso, por miserable que sea, para conseguir el ansiado poder. Nerón es el eje central de la obra, desde su más tierna infancia y su ascendente personalidad excéntrica, que le llevará a ser quien fue: un emperador loco, influenciable y cruel. También aparece Séneca, como bastón principal de Nerón. Séneca tratará de mantener el difícil equilibrio entre la locura del emperador y las malas artes de Agripina. Y todo ello aderezado con una prosa ligera e ingeniosa donde al autor no le temblará el pulso para destapar las vergüenzas de Roma. Novela histórica que se ciñe a la versión ortodoxa pero con mucha frescura y grandes dosis de humor que a buen seguro, no tenían aquellos a los que el cruel y loco de Nerón apuntaba con el dedo. + Leer más |