El Paciente

Para todo el ruido que genera cualquier novela de Gómez Jurado en cuanto a expectativas y opiniones, ya sea por críticas amables o por las propias ventas, es llamativo las pocas nueces que se recogen en lo relativo a tramas, desarrollo de personajes y verosimilitud de la historia. "El paciente" es una buena muestra de ello y lógicamente como toda reseña, esto es sólo una opinión personal.

La trama principal resbala desde el principio. Carece de sentido que el protagonista fuese el seleccionado debido al parentesco directo con su cuñada, la cual y dicho sea de paso, en la resolución del nudo, parece transmutada en una zahorí de antaño; casi por arte de magia se da de bruces con el sitio en cuestión.

Las referencias americanadas hacia ese mercado son constantes; los diálogos y frases hechas bajo las que se rige la conducta de los personajes son idénticos al tono que emiten los dobladores de las series y películas de aquellas latitudes, supongo que con el objeto de ser un superventas también allí.

Entre mis preferencias personales abogo porque la ficción contenga aspectos realistas. Es lo que facilita la identificación del lector y lo que distingue a las novelas con enjundia de las películas con las que nos azotan en las sobremesas de los fines de semana. Sin embargo, con el paciente, esa es la sensación repetida a lo largo de las páginas.

El caso es que esas historias filmadas también cuentan con su numeroso público, quizá por eso este autor también lo tiene.