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Los sucesos de El único hombre vivo no han sido los únicos en surgir, sino que varias ciudades Europeas están en la misma situación que Barcelona. Por eso, nuestros protagonistas no encuentran descanso, sino que se ven cada vez más sumidos en un apocalipsis del que deberán averiguar la verdad. Leí El único hombre vivo en mi época blogger, y últimamente estaba viendo mucho por aquí su segunda parte, La noche de la avalancha, así que decidí ponerme con ella por nostalgia. Algo que me ha encantado es que al principio te hace un resumen de la primera parte; como digo, la leí hace años, y me ha venido bien refrescar acontecimientos. Los capítulos son relativamente cortos y el estilo es ágil, lo que hace que sea fácil de leer. Además, hay muchísimas cosas de por medio, y no solo zombis, sino también intrigas políticas, etcétera. Sí es verdad que no soy muy de estas cosas (y, además, ya bastante tengo con un máster en políticas como para leer sobre más reuniones políticas), y tal vez por eso haya habido ocasiones no haya llegado a conectar, pero la trama no para de sorprender. Todas las novelas de este rollo que leo se centran en el futuro tras el apocalipsis, pero Mario nos habla del inicio del apocalipsis mismo, y eso me parece muy original, además de que me ha gustado mucho. El autor transmite perfectamente toda la tensión que se vive en estos momentos, los sentimientos de los personajes... Otra cosa que me ha encantado, y que también destaco del primero, es que se narre desde varios puntos de vista, lo que siempre da una perspectiva mucho más completa de la historia. Tenía bastantes ganas de leer algo apocalíptico, y La noche de la avalancha me ha venido perfecto. Os recomiendo mucho estos libros. |
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