El autor nos ofrece una entretenida novela con dos líneas argumentales diferentes pero relacionadas En la primera estamos en el interior de la ciudad de Barcelona y vivimos los sucesos desde primera línea. La narración es en primera persona de la mano de Alex Torrent, mosso d'esquadra. La segunda trama corre a cargo de un grupo de periodistas de TV3. Son el equipo habitual de un programa de investigación, están fuera de la ciudad e intentan averiguar qué está ocurriendo realmente. En esta ocasión el autor ha elegido la tercera persona. Me gusta esa disposición porque así somos testigos de lo que realmente ocurre y de lo que la gente de fuera cree que está pasando. Y al ir alternando los capítulos no llegas a aburrirte. El libro es entretenido aunque creo que ha dejado escapar grandes momentos para darnos unos buenos sustos a los lectores. También abre tramas que al final no llegan a ninguna parte y deja a personajes librados a su suerte, sin que sepamos su destino. La parte de investigación me ha gustado más que la de los infectados, y creo que ha sido por el uso de la primera persona y el exceso de descripciones innecesarias. Pero mejora según van pasando los capítulos, el exceso de información no necesaria se reduce radicalmente y las tramas están más centradas, también se vuelve más emocionante. He leído la novela en una lectura conjuntas. Leemos varios capítulos cada semana y se va debatiendo cada tanda. Creo que la dinámica del grupo, en esta ocasión, me ha lastrado y que habría disfrutado más de haber leído del tirón. "El único hombre vivo" es una lectura entretenida y fácil de seguir. La segunda parte está a punto de publicarse y es posible que me animé a leerla para ver cómo continúa todo, ya que la parte de thriller me tiene muy intrigada. |