La historia se sitúa en una Barcelona a la que acaba de llegar un virus y la ciudad tendrá que confinarse. El tema de zombis y apocalipsis no es un género que lea habitualmente porque me da la impresión de que suele ser siempre igual y carece de intriga, pero en esta ocasión me gustó mucho que se descubre algo diferente que tendrá peso a lo largo de la historia y hace que el lector quiera saber más. Los personajes, por desgracia, no me acabaron de convencer, no se sabe mucho sobre ellos, son los que están ahí puestos como protagonistas pero nada más. Me resultaron un poco indiferentes e incluso me costaba recordar sus nombres debido a no conectar con ninguno. La lectura es totalmente ligera, se lee rapidísimo. Me encantó la manera de estructurar algunos capítulos, dando comienzo a ellos con un fragmento de un periódico, lo que ayudaba a seguir la lectura en cada punto y conocer bien la situación de la ciudad. La trama coge ritmo desde el primer momento, el autor introdujo acción de principio a fin sin dejarte descansar ni un segundo, pero el final, quizás porque me esperaba algo más, me dejó algo fría. Aún así, tengo muchas ganas de leer el siguiente y ver que le depara el futuro a esta Barcelona apocalíptica. He de decir que de este libro leí reseñas buenísimas por todas partes, asique queda más que recomendado tanto si sois amantes del género como si queréis introduciros en él por primera vez. |