El único hombre vivo

El último hombre vivo cuenta con 428 páginas y ya os advierto que no es un libro autoconclusivo, cosa que pensaba cuando lo empecé. 

La acción transcurre en Barcelona, y eso siempre me gusta pues aunque no vivo ahí sí que voy muchas veces y quieras que no, conocer donde transcurren las escenas ayuda a que todo sea mucho más real. La acción se sitúa en junio de 2019, vaya, hace muy poco. 

Nada más empezar ya conocemos al protagonista: Álex Torrent, Mosso d'Esquadra. Parece una noche como cualquier otra pero rápidamente empiezan a producirse altercados, situaciones con violencia extrema y lo peor, los ataques son  producidos por personas muy violentas a las que cuesta parar incluso disparándoles y sorprendentemente una vez se les da por muertos, parecen volver a la vida. 
Por otro lado, conocemos a Eva, una periodista que trabaja en TV3, en un programa de investigación, junto a un equipo más que preparado.

La novela evolucionará siguiendo las dos tramas, por un lado tenemos a Alex y su lucha por la supervivencia y por otro a Eva y su lucha por conocer la verdad: qué está ocurriendo, por qué ocurre y que hacer para detenerlo. Las dos tramas se tocan un momento hacía el final, pero creo que en siguientes novelas van a juntarse definitivamente, aunque eso es solo mi intuición, ya veré si certera o no. 

La parte de Alex está contada en primera persona y es una manera de sentir nosotros, como lectores, la situación extrema que está viviendo, la violencia que le rodea y esa sensación de "matar o morir". Hay algo que me ha gustado del personaje, no soporto a esos héroes tan buenos que se sacrifican por los demás y peor aún, que luego todo les sonríe y salen victoriosos salvando a la mujer, al niño y al abuelo. Alex es una persona egoísta que prefiere salvarse a él a costa de sacrificar a los de su alrededor, mira quién tiene más opciones de salir vivo y quién no y no duda en usar a aquellos que considera más débiles, y diréis: Que cabrón, ¿no? Oye pues no, a quién pretendemos engañar, ¡nosotrxs haríamos lo mismo! Pocas personas son capaces de sacrificarse por los demás, quizá por los hijxs, pero no por un compañero de trabajo o una persona a la que te has encontrado huyendo del mismo peligro.

La parte de Eva, en cambio, está narrada en tercera persona, al tratarse de una investigación es quizá más adecuada esta forma de conocer lo que van descubriendo. Evidentemente supone la otra cara del libro, Alex es la acción, Eva la reflexión, el actuar con cabeza. 

Todos los capítulos empiezan con una nota de prensa o una noticia de un periódico o la entrada de un blog, eso consigue darle un aire de realidad a todo el conjunto, aunque debo decir que los que firmaban los periódicos tenían un estilo poco periodístico, algo simple.

El único hombre vivo es una novela que engancha, en ningún momento se hace pesada y no he tardado mucho en leer sus algo más de 400 páginas. Los capítulos son cortos y al saltar de una trama a otra hace que queramos seguir leyendo para ver les ocurre y como avanzan.

El libro está bien escrito aunque hay cosas que podrían mejorarse. Por ejemplo, alguna frase que no acaba de estar bien construida, la repetición de algunas palabras, la forma en la que se describen los personajes, ya que en lugar de hacerlo poco a poco, nos encontramos de golpe con un párrafo sobre como es esa persona o como es algo en concreto y queda muy forzado... nada grave para su lectura y disfrute, pero son cosas a tener en cuenta de caras a un futuro y para próximas novelas.

En definitiva, una historia que está muy bien, si os gusta el género desde luego tenéis que leerla, la putada es que os vais a quedar a medias esperando la segunda parte, pero así es la vida, ¿no?
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