Última lectura del año terminada. Este libro cayó en mis manos, porque una compi de lecturas me lo recomendó. Me gustan los thriller, y este no se ha quedado atrás. Tenemos a cuatro ejecutivos que trabajan juntos, pero que a la vez son rivales, encerrados en un ascensor, en el que se ven involucrados en un juego, que tendrán que unirse para ir resolviendo pistas, pero a la vez saldrán a la luz secretos de cada uno. Son manipuladores, egoístas, avariciosos, dispuestos a todo por escalar en la empresa financiera para la que trabajan. Sara es una chica humilde, que entra a trabajar en la misma empresa. Allí se trabaja sin descanso, se sufre de acoso laboral. Sara empieza a hacerse colega de una compañera de trabajo, la cual fallece, y todo apunta a suicidio, pero Sara va descubriendo cosas, que le hacen pensar que ha sido asesinada. Los capítulos van alternando con los personajes que hay en el ascensor, uno y otro contado por Sara, desde el pasado hasta el presente. Para nada me esperaba ese final, me ha sorprendido. El libro engancha bastante. Lo recomiendo |