La segunda de las novelas póstumas de Jane Austen perdura inconclusa. Se centra en la vida de Emma Watson, una joven que ha crecido lejos del núcleo familiar y que por azares del destino se ha visto obligada a regresar a vivir con su padre y una de sus hermanas, pasando de un estilo de vida bastante enriquecido a otro un poco más simple. La razón de su falta de conclusión se debe a que la situación de las dos hermanas se asemejaba bastante a la que Jane vivía al momento de escribirla. El comienzo es bueno y me habría gustado leer más. A pesar de las pocas páginas, uno llega a tenerle cierto cariño a Emma.
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