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A través de mi ventana, esta historia nos muestra a Raquel, una chica espontánea y alegre, quien ha tenido una obsesión un tanto incontrolada con su vecino, Ares; el típico chico malo y frio, que odia las relaciones. Un cliché. Aunque, personalmente, odio el típico cliché del chico malo y la chica buena que parece no valorarse, puedo decir que este libro lo disfruté. De primerazo, la historia te engancha y la narración es tan sencilla que te hace mucho más fácil leerla. Aunque al principio me resulto molesto el entorno que trataba el libro y el cómo todo, literalmente TODO era cliché, la actitud de Ares, la mejor amiga de Raquel, el amigo nerd. Incluso tuve la intensión de dejarlo. Odie que es muchos casos, Raquel se comportaba muy inmadura y que no se valoraba mucho, aunque entiendo que muchas veces sea difícil hacerlo cuando el corazón manda, creo que en este caso se pasa de nivel, la chica se hace falsas ilusiones sola y luego le reclama a él, ilógico. El chico disfraza patanería con sinceridad, y nuevamente digo entiendo que muchas veces estas cosas pasan en la vida real: un trauma puede hacernos así, pero odio que el chico quiera cubrir todos sus errores con su difícil infancia. Por otra parte, me gusto que no todo girara entorno a los protagonistas: Ares y Raquel, sino que, en cambio, la autora nos permitió conocer cada personaje, tanto principales como segundarios. Nos muestra la vida de Ares, sus amigos, su familia y como interactúa con ellos, y del mismo modo con Raquel. Eso, en lo personal, me encanto. Personalmente yo recomendaría el libro, pero dependiendo el libro que quieras leer. Si quieres leer un romance dulce que te deje una hermosa moraleja, este libro claramente no lo es. Pero si quieres leer un libro que te haga reír y que, simplemente, te entretenga; léelo con gusto. Pero nunca, NUNCA tomes este libro como un ejemplo que quieras tomar para tu vida o como algo que quieras lograr, JAMAS. Por razones obvias, lee este libro solo si quieres entretenerte. |
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