Contra el viento del norte

Me ha encantado de principio a fin. Como se indica en la sinopsis de la contraportada, en la novela se narra la relación que surge entre dos completos desconocidos a partir del envío (y recepción) de un correo electrónico erróneo. En este libro podemos ver cómo es posible que nazca una relación sentimental a través de las redes y sin la necesidad tan siquiera de conocer el físico de la otra persona. En este caso, uno y otra se enamoran de sus palabras, de su forma de escribir, de la persona que imaginan al otro lado de la pantalla. Durante la novela los protagonistas se limitan a intercambiar correos electrónicos, no llegando a dar el paso hacia las llamadas telefónicas.

Dado ese intercambio de correos, la novela tiene un formato epistolar, pero actualizado. Sin embargo, no se trata de correos al estilo de cartas, sino que tienen más bien el carácter de mensajes de WhatsApp, pues la mayoría son muy breves y son respondidos con bastante premura. Este estilo narrativo, unido a una prosa sencilla, hace que la novela se lea muy rápido y que no puedas soltarla. Eso sí, cuando llegas al final te encuentras con que la historia tiene un final abierto, así que, eso te lleva a ir directo a la librería a por la segunda parte (yo me arriesgué y me hice con las dos partes a la vez, así que, ha sido acabar una novela y continuar con la siguiente).

Los protagonistas de la novela son Emmi (chica de 34 años) y Leo (chico de 36 años). Los dos me han resultado tremendamente cercanos y he logrado empatizar con ellos a la perfección. He adorado sus caracteres, su forma de dirigirse al otro, sus demandas, sus miedos, …

Tengo que añadir que la portada me parece preciosa, pues muestra esos desvelos nocturnos en los que no se puede conciliar el sueño mientras se piensa en otra persona o se espera un mensaje suyo.

En definitiva, me ha gustado muchísimo y por eso tengo que recomendarla. Si alguien ha iniciado y mantenido una relación a distancia, puede verse identificado en muchísimas situaciones.