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Hasta la primera mitad del libro no está mal; si pasamos por alto las frases innecesariamente grandilocuentes, las descripciones excesivas, los diálogos simplones y el ritmo irregular. Digo que hasta la mitad, el libro aunque no me estaba encantando, sí me estaba entreteniendo. Pero a partir de la mitad... Ay... Caer en picado es poco. Leeeeeeeeento, absurdo, repetitivo, y con un protagonista que es un mago del ilusionismo para sacar conclusiones y pistas de su sombrero de mago. Por no hablar de que aunque desde las primeras páginas se intuye quien es el "malo", en la mitad del libro ya nos lo descubren, y nos pasamos otras 300 páginas de persecución y ya sin intriga ninguna. El libro es un cliché tras otro de las típicas novelas. Quiere tener lo mejor de los autores nórdicos (al comienzo me recordó a Lars Kepler) junto con las novelas típicas que son americanadas. Total, que se queda en un batiburrillo entre una película de acción y una comedura de coco psicológica, pero sin llegar a ser nada decente. Podría haber pasado todas estas cosas por alto si el libro hubiera sido más corto. Habría sido un thriller del montón, sin más.. Pero es que creo que le sobran 200 páginas bien a gusto y eso me lo ha hecho insufrible. Pesado, pesado. ¿Recomendaría este libro? Bueno, si os digo que para ser un thriller, lo he leído a partir de la segunda mitad, saltando páginas y no me he perdido nada de la trama, ya os digo todo. |
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