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Comencé con mucha ilusión y, en principio, la lectura es fuerte y trepidante, pero pronto la historia adquiere un ritmo más pausado y demasiado predecible. El libro cuenta con una buena ambientación y los capítulos son cortos, por lo que avanzas mucho en poco tiempo. Sin embargo, la trama no tardó en perder su atractivo. Tal vez me esperaba más de una novela tan recomendada. Aunque gracias al libro conocemos la historia de España en esa época, creo que se aleja mucho de algunos hechos, que resultan poco creíbles, y el lenguaje moderno acaba chirriando al lector en varias ocasiones. El autor ha tratado de hacer más amena la narración a costa del rigor histórico necesario. Siento si soy demasiado exigente, pero a una novela histórica le pido un poco más de verosimilitud porque para fantasías ya tengo otros libros. A pesar de que el protagonista tiene 14 años, se nota que es un crío. Piensa que todas las personas son buenas y ayudan al necesitado, no tiene la menor idea de cómo funciona el mundo... Mi principal problema es que no me gustó el protagonista y no conecté con ninguno de los otros personajes. Sólo hubo uno que realmente me gustaba y lo matan antes de tener la oportunidad de demostrar su relevancia en la historia. A medida que avanzaba, notada que la trama se volvía más monótona y, alrededor de la página 200, cuando muere ese único personaje que me gustaba, definitivamente la historia empezó a decaer y, encima, muere mogollón de gente en este libro, ¡casi ni se salva el apuntador! Aunque el hilo principal se centra en las vivencias de Diego, de forma esporádica hay capítulos que narran el secuestro de sus hermanas. El autor ha creado una trama secundaria que hubiera dado lugar a un libro más dinámico, pero sólo la utiliza como "excusa" para explicar los viajes del protagonista. Está totalmente desaprovechada y para mí esto es un desperdicio absurdo. El sanador de caballos comparte muchos elementos con las buenas novelas del mismo género, pero sin lograr destacar. le falta ese "algo" y sólo se queda como uno más del mismo estilo. Aún así, la lectura es amena y lo mejor ha sido conocer el oficio de albéitar en la Edad Media. Saludos ;) |
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