Las dos hermanas Miralles, Berta y Marta, recién salidas de la academia de policías, muy diferentes entre ellas pero que se complementan a la perfección, serán las encargadas de resolver un caso, que no debería ser investigado, la muerte de Vita Castellá, la presidente de la Generalitat Valenciana, encontrada muerta en un hotel en Madrid. Les asignarán el caso, sólo para cumplir el requisito de cerrar el expediente, con absoluto secretismo. Sin ayuda de la policía, tan solo contando con la ayuda de tres personas: Boro, el ayudante de prensa de la suicida-asesinada, que les prestará desinteresadamente su ayuda; el forense y al final un compañero de la comisaría, las dos hermanas, espoleadas por su vocación, su tozudez y la desconfianza en sus superiores, irán hilvanando uno tras otro todos los indicios de una compleja trama, donde campa a sus anchas la corrupción policial, política y jurídica. Cada una de las personas que parecen tener nexo con el caso son asesinadas. Envueltas en un caos, sin precedentes en la policía, y a golpe de intuición, pondrán a la policía en jaque mate resolviendo el rompecabezas, rompiendo todos los esquemas de sus superiores. Es una novela cortita, muy amena muy rápida, que te tiene en vilo hasta el final. |