La presidenta

Una novela negra en la que las mujeres rompen estereotipos y ocupan puestos tradicionalmente asociados a los hombres.

En este libro nos encontramos con una historia negra que se desarrolla en un ambiente y momento político muy concreto. La novela mantiene el suspense hasta el final, por lo que te incita a seguir leyendo. Sin embargo, algo que no me ha gustado mucho es el hecho de que la trama política y los propios políticos sean muy similares a los gobernantes en la Comunidad valenciana durante ciertos años. Asimismo, la autora ha utilizado nombres que, aunque diferentes a los de los protagonistas en la realidad, fonéticamente suenan muy similares. Todo ello ha hecho que, durante toda la novela, les haya puesto cara, complexión física, carácter e incluso voz a varios de sus personajes; cuando, tal y como se indica de forma expresa en una advertencia al lector al inicio del libro, tanto los personajes como los hechos son ficticios. Las similitudes entre los hechos y los personajes reales y ficticios han hecho que me resultase incongruente esta advertencia con el propio contenido de la novela. A pesar de lo mencionado, me ha gustado mucho el hecho de que la voz principal de la novela recaiga en dos jóvenes inspectoras, lo que rompe con estereotipos habituales en la novela negra.

En cuanto a los personajes, sin duda he de destacar a las inspectoras Miralles: Berta y Marta. Son dos jóvenes hermanas que acaban de titularse como inspectoras y que, por lo tanto, se enfrentan por primera vez a un caso muy importante. Berta y Marta tienen personalidades muy diferentes, pero se complementan a la perfección. Aunque es la primera novela que leo de la autora, me gustaría seguir leyendo más historias en las que las protagonistas sean estas dos mujeres.

La novela se divide en veintisiete capítulos numerados más una conclusión. La forma de escribir de la autora es muy accesible y ágil, además, los diálogos son frecuentes, lo que hace que se lea de forma fluida. Como curiosidad, he de mencionar que la autora incorpora algunas palabras en valenciano, pues la mayor parte de la novela se desarrolla en la Comunidad valenciana.

La portada es sencilla, pero tienen el poder para representar ese poder quebrado. Como me suele suceder, siempre prefiero que el tamaño de la fuente del título sea mayor que la de la autora, y en este caso ha sucedido justo lo contrario.

En definitiva, la trama es interesante y está muy bien hilada. Una novela negra ambientada en España y escrita por una autora del país que no tiene nada que envidiar a las clásicas novelas negras nórdicas.