Sin decir adiós

" La soledad resultaba una compañía agradable y necesaria en ciertas ocasiones, pero se convertía en la peor de las enemigas cuando llegaba diciembre."

"Alicia, crecer y madurar no tiene nada que ver con ser fuerte o hacernos los duros. Llora todo lo que tengas que llorar."

"Su abuelo era el mejor cuando se trataba de relativizar los problemas. A veces aún parecía escucharle: " No sufras, Alicia. Las cosas que hoy te quitan el sueño parecerán una tontería mañana. Solo es cuestión de distancia y perspectiva. Tienes que darte un poquito de tiempo y ellas te dirán cuánto son de importantes.""

"Hace unos días, durante las vacaciones, vine por aquí y me fui con el corazón roto. Los he notado tristes, como si se sintieran abandonados. Yo jamás hubiera podido dejar solo a mi abuelo en Navidad, y tampoco me imagino a ningún miembro de mi familia haciéndolo. Los hijos jamás deberían dar la espalda a sus padres. Es egoísta y desagradecido."

"Creía recordar haber leído un artículo, esperando su turno en la consulta del dentista, relacionado con la influencia que tenían los colores en el estado de ánimo de la gente. A las personas con tendencia a la depresión o de naturaleza melancólica se les recomendaba vestir prendas con vivos estampados para llenarse de energía positiva y ganarle la batalla a esta enfermedad."

"Ver pasar las estaciones es una verdadera hazaña, al alcance de unos pocos privilegiados. Ahora no lo puedes entender y es algo magnífico que sea así, pero llega un momento en el que las cosas más simples se convierten en extraordinarias, como respirar o despertar cada mañana"

"Perder al ser que nos dio la vida es una desgracia inmensa, Alicia. Crecemos y nos creemos invencibles, independientes, mayores, adultos, los más listos. Nos auto convencemos de que ya no necesitamos para nada a esa mujer que nos limpiaba los mocos o nos curaba las heridas con besos."

"existe una regla universal que el mundo entero conoce y respeta: en la guerra todo vale, pero el amor mueve montañas y conquista mares."

"Abandonar nuestros sueños siempre es doloroso, requiere de un gran esfuerzo para no caer en la desidia, pero he de decirte que la desesperación tampoco conduce a nada. Nos deja a la deriva y desemboca en una amargura deprimente, convirtiéndonos en seres infelices. Mi familia no se merecía esa actitud por mi parte."

"- Haber llegado a viejas teniendo en cuenta la época en la que nacimos tiene su mérito, ¿a que sí? Más o menos es como haber atravesado, sin que te maten, todas las pantallas de los juegos esos en los que mis nietos se dejan el cerebro."