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Tan pronto como comencé a leer Wink Poppy Midnight, me quedé impresionado por el estilo de escritura. ¡Tan hermoso, misterioso e intrigante! El estilo de escritura es, con mucho, lo que más me llamó la atención en este libro y es la única razón por la que le doy a esta historia el beneficio de la duda. Porque me encantó la forma en que April Genevieve Tucholke le cuenta sus historias, y no puedo esperar para leer más de su trabajo. ¿Por qué la baja calificación, te preguntarías? Mantengo las cosas simples y doy una razón principal: Poppy. Entiendo que no se supone que nos guste a ella en primer lugar, pero desprecié completamente su carácter. Este sentimiento extremadamente negativo para Poppy arruinó la experiencia de lectura para mí y me hizo muy difícil olvidarme de ella y disfrutar de los otros capítulos. Wink Poppy Midnight se cuenta en el punto de vista de los tres personajes principales de Wink, Poppy y Midnight, nombres caprichosos que solo marcan el tono correcto para esta historia. Este diseño de puntos de vista múltiples no me distrajo, ya que me gustaba descubrir cosas nuevas y ver cómo la personalidad de cada personaje brilla en la escritura y el diálogo. PERO. Si bien adoraba a Wink y me gustaba Midnight también, mis sentimientos negativos hacia Poppy eran tan fuertes que el resto no importaba. Se fueron mis sentimientos por la escritura fabulosa, se fue mi amor por el realismo mágico de la trama y la incorporación de elementos de cuentos de hadas (¡mi segunda cosa favorita de Wink Poppy Midnight!). Lo que quedaba eran las cenizas de una historia que podría haber terminado siendo una de mis favoritas de todos los tiempos ... Si no hubiera sido por Poppy bailando en su tumba.
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