Que no os engañe que parezca corto pero porque para nada, es una novela muy intensa y bonita desde el principio. Ambos se conocen pero ella tiene una vida fácil y él vive en bastante oscuridad. Sus caminos van diferentes pero, muchos años después, se vuelven a encontrar. Ava es inspectora de policía y Sam ha ido por caminos torcidos, pero al encontrarse tendrán que descubrir quienes son ahora y que les ha pasado a lo largo de los años y sobre todo, lidiar con lo que han sentido. Es un libro de amor pero tiene mucho más. Nos enseña lo malos que son los prejuicios, lo que puede llegar a cambiar la vida a un niño con solo una sonrisa o alguien que le apoye y lo importante de las segundas oportunidades. Los personajes tienen sentimientos profundamente dos que descubrimos y empatizamos. Es un libro emotivo, bonito y que nos hace sentir, ya sea lo malo como lo bueno. La autora te mete en la historia y la vives con intensidad. No solo lloras sino ríes en muchos momentos sobre todo con el entrañable personaje de Logan. Una novela preciosa para los amantes de la romántica. |