Llegue a este segundo libro de la “trilogía de la ciudad blanca” con ganas de revivir todo lo bueno que me dejó su primera entrega. De entrada, disfrute volver a la ciudad de Vitoria. Me gusta como la autora utiliza la historia principal para mostrarnos su ciudad, con nuevos rincones y tradiciones desconocidas. al hacerlo creo que le da identidad a la saga y la diferencia de otros libros del género. Un plus atractivo de leer (al menos para mí) y por segunda vez busque fotos de cada locación que se mencionaba. (esto se está transformando en un vicio).😁 Ahora, si nos vamos a lo más importante, la historia, creo que la trama es más sencilla que el libro anterior. Esta vez sentí que todo era más previsible y pude intuir con más facilidad como se desarrollaría. Me faltó ese giro potente e inesperado que cambiara todo. Pese a lo anterior fue una buena lectura. Disfruté leyéndola y lo hice casi sin parar. Como buen Kraken el libro me atrapo con sus tentáculos y no me soló hasta el final. Algo que en esta ocasión valoro por sobre los errores que pueda tener. Aunque tengo que reconocer una cosa. Nuevamente, y pese a toda la “ayuda” de la autora, no acerté con el asesino. 🙁 Pero ¡¡saben!!... estoy tranquilo ya que de lograrlo sería el inicio del apocalipsis. Y nadie quiere eso… ¿no? 😅 Pd1. Ojo, no voy a hablar sobre la dudosa capacidad investigativa de los personajes principales. Espero que en el tercer libro me demuestren todo lo que saben hacer. Pd2. Lectura conjunta con muchas risas y buenos comentarios junto a Maren, Nelda y José. Gracias por eso. ❤ |