Macabea17 May 2021
EL TRIUNFO DE LA CARNE Me dabas sed y eras el agua toda, y llegué a ti acaloradamente, y fui un ciego furor, una jauría de blancos dientes en tu carne joven. Intentaste apagar, y era una música, el fuego de la antorcha con tu boca, y la sed que me dabas aún crecía. Todo el lugar del mundo estaba en ti, y solo mi tormenta lo habitaba. Luchamos hasta el alba de aquel siglo, y al penetrar tu carne con mi fuego el pecho se partía cada vez. Y llegó la fatiga, y al vencerme vencía yo también al fin un cuerpo solo mortal, y efímero, y terrible. Al reposar la llama de la vida puse mis labios con dulzura lenta en torno a tu cintura, y los ojos alcé para mirarte: con más luz, con más belleza aún me sonreías. Supe así la desdicha de la carne. + Lire la suite |