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Si la primera entrega de la trilogía me encantó, esta segunda parte me ha tragado entera. Mirad que he intentado dosificarlo, pero no he sido capaz de que me dure más de un par de días. Que comience en el mismo instante en el que acaba el otro tampoco ayuda al vicio. El primer libro me hizo pensar en Evangeline como un personaje muy plano (pese a que me caía bien) pero, aunque sigo pensando que tiene horchata en las venas, sus motivaciones han cambiado y su forma de pensar me atrae mucho más ahora. Es mucho más interesante seguir a un personaje que actúa, y no a cuyo alrededor pasan las cosas sin más. Apollo es otro personaje que me parecía un abuso al aburrimiento, . Explorar el pasado de Jacks también me ha gustado tremendamente, ya que es la razón por la que empecé esta trilogía y ,siguiendo con los Destinos, espero que se siga explorando la historia de LaLa en el siguiente, ya que me gustaría ver cómo se resarciría ante Evangeline. Y hay vampiros, y de los malos, los chachis, no sé qué más se puede pedir. Que aparezca . Por último, el final me ha parecido una forma horrenda de dejarnos con la miel en los labios. Es un giro de guión que crees que ves venir, pero no, no lo ves ni por asomo. Habrá que correr a por el siguiente. |
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