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Soren es el rey de Runáh y Elara la princesa de Larisia. El rey ha creado un torneo, en el que participa la princesa, para conocer a la que podría ser su nueva reina o su nuevo rey. En cuanto acaban los juegos y se decide el ganador, éste dispone de siete días para ganarse el corazón del rey. Después de terminar esta primera parte cambia totalmente a lo que llamaría “los problemas del reino”. Está narrado a seis puntos de vista. Ningún personaje me acabó cayendo bien del todo (Elara y Soren ni tan mal pero el resto…), ni mucho menos cogerles cariño. Más que nada porque no conseguí empatizar, no me llegaba su personalidad, sentí que les faltaba bastante carisma, casi como robots. Sobre todo en los tres primeros cuartos del libro. Sí, hasta el 70% del libro más o menos no empezó a pasar nada suficientemente interesante para mí ya que las sorpresas o plot twist han sido prácticamente inexistentes, la resolución de muchas situaciones muy predecibles. Solo las cuatro últimas páginas consiguieron que pensase: oh, vaya. Hay temas que creo que se deberían profundizar más pero se quedan en el olvido y no, no he conectado para nada. En definitiva, enganche cero y dudo mucho que continúe con la bilogía. Si de más de 600 páginas solo me sorprenden cuatro… creo que no merece la pena. |
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