El ciclo del eterno emperador

En Akidavia gobierna desde hace miles de años el eterno emperador, que se reencarna sucesivamente y se reconoce por su melena plateada. En los inicios del gobierno de Vintanelalandali empiezan a darse disturbios y aparece un joven, Kelan, al que la población empieza a seguir y pone en entredicho la posición de la emperatriz. No todo es lo que parece en Akidavia y no se puede confiar en todo el mundo.

Por mucho que la autora quiere crear un mundo variado, las pocas pinceladas que nos da de cada una de las zonas hace que todo ello quede muy en el aire y sin que se concrete nada específico. En lo que respecta a la trama, el paso de la misma hace que todos los giros argumentales se descubran antes de que se produzcan, por lo que se va perdiendo el factor sorpresa.

El personaje de Kelan es el que más mueve la trama, en parte porque abarca tanto preguntas sobre el pasado como sobre el presente de la trama, pero el de Vintanelalandali se me hizo un poco cargante y las partes de explicación en el diario muy lentas. Con todo, quienes sean incondicionales de la autora disfrutarán de esta novela que solo busca entretener.

Colibrí.