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Dana es una chica algo diferente a las demás, taciturna, soñadora... y sobretodo, solitaria. Por eso la sorprende tanto conocer a Kai y el interés que el muchacho parece sentir por ella y sólo por ella. No les costará mucho terminar convirtiéndose en mejores amigos, pero Dana no deja de preguntarse por qué Kai desaparece cuando más lo necesita o nadie más parece capaz de verlo. ¿Y si se lo está inventando? ¿Y si el resto de niños tienen razón y se está volviendo loca? La historia parte desde un punto de vista muy tierno y conmovedor, con una protagonista femenina que consigue ganarse mi cariño desde el minuto cero. Después, por supuesto, evolucionará hasta convertirse en toda una aventura repleta de magia y secretos por desvelar. Además de su corta extensión, la novela lleva un ritmo fluido y constante donde no te dan tregua: Siempre pasa algo, siempre te quedas con ganas de saber cómo va a continuar y como los capítulos son cortos, te animas con otro y con otro hasta que sin saber cómo llevas ya la mitad de la novela leída. Se nota que la autora sabe acotar e ir a lo que verdaderamente importa, a la acción y las relaciones entre personajes. Para describir el paisaje nos sobramos con nuestra imaginación, y más en novelas como ésta que, al estar principalmente dirigida a un público juvenil, agradecen que nos podamos sentir dentro del libro. Junto a Dana y Kai tenemos otros dos personajes indispensables (Y es que el libro tiene a su favor un escaso número de protagonistas, por lo que es imposible liarse con los nombres): Se trata del Maestro de la torre y de Fenris el elfo, uno de los personajes más conocidos de la autora a día de hoy y al cual acabaría por dedicar su propia novela. Como sólo estamos ante la primera entrega, no puedo criticar que esboce a los personajes dejando muchos detalles en el aire. Es lo suyo. Consigue generar interés e intriga suficientes para que al cerrarlo ya estés deseando empezar con la segunda entrega, y me aventuro a imaginar que allí conoceremos mucho más a fondo a estos personajes tan diferentes y, a su vez, necesarios. Entre los cuatro consiguen crear una deliciosa historia con altas dosis de emoción. Puede que últimamente nos hayan acostumbrado a que las sagas consten de tomos gigantescos, a cada cual mayor que el anterior, de esos que deseas devorar pero para los que necesitas sacar tiempo. ¿Queréis que os dé la solución, o ya os la imagináis? A mi "Crónicas de la Torre" me ha parecido entretenido, original y sobretodo muy, muy ameno. Se lee con los ojos cerrados (Vale, tanto no, pero casi) y proyecta un mundo donde a más de uno nos gustaría perdernos, que suele ser lo que buscamos al comenzar a leer una historia nueva. Evadirnos. Viajar lejos de la realidad y disfrutar de una aventura emocionante en compañía de nuevos personajes con los que, tal vez, nos volvamos a encontrar. Yo desde luego ya estoy deseando saber qué secretos esconde "La maldición del maestro", segunda entrega de ésta trilogía que, como ya digo, consta de un cuarto volumen dedicado a uno de los personajes más emblemáticos de la serie: Fenris. La novela, publicada tanto en versión rústica como en cartoné, consta de apenas 300 páginas y unas ilustraciones en sus portadas a la altura del contenido. Preciosas. Yo soy de esas que aún disfrutan volviendo a su infancia o perdiéndose en mundos tan inolvidables como los que sabe generar Laura. Un viaje más que recomendable. Enlace: https://elcuervodealasrotas... |
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