Relato de un náufrago

En su prólogo parece que el propio García Márquez recele de la publicación de este libro, o más bien del motivo de la editorial para hacerlo.

Como lector, me ha dado absolutamente igual que este relato nazca de un trabajo de periodismo de investigación, es más, una vez comenzado el texto, es pura anécdota, solo sirve para quizá, aumentar la curiosidad del lector y la cifra de ventas.

Relato de un náufrago ( y lo que sigue, no voy a poner todo el título por pereza) es un texto con la suficiente calidad literaria como para desprenderse del apellido " trabajo periodístico" y existir en el mundo de la narración como lo que realmente es, una novela.

Es cierto que está a años luz de Crónica de una muerte anunciada o Cien años de soledad, y su personalísima prosa, pero no es asunto sencillo mantener la tensión con tan solo un náufrago, una balsa y millas inacabables de mar.

Márquez narra la historia de Luis Alejandro Velasco o más bien como el protagonista pasa de la esperanza a la desesperación.
La angustiosa soledad herida constantemente por sed y hambre, que no son los mejores compañeros de viaje que uno desearía tener.

Un hombre que solo se empeñó en una cosa, tan noble como primitiva. Sobrevivir.

La parte final del libro, o desenlace si adquiere algo de esa folclórica forma de escribir de Gabo, más alocada, más exageradamente posible.

Será que como recién enamorado de la pluma del autor aún sigo en ese estado de atontamiento, en esa danza de mis hormonas literarias, donde todo son flores, emoticonos con corazoncitos y palabras vaporosas, o sea porque aún me quede más pelo que juicio ( y que dure, no se como demonios peinar el juicio) Relato de un náufrago me parece una obra muy digna para un novato García Márquez, con o sin el aderezo de las repercusiones para protagonista y autor.

No pasemos por alto esa pizca de sal, dejada caer como a última hora y fuera de tiempo acerca de la hipocresía de una sociedad que consume cualquier artículo que el marketing envuelva con heroísmo y la velocidad de olvido que ya, nos enseñaban a tener.

Un joven Gabo, en un novato estado impuro, pero aun así, letal.