Tambores de otoño

Cuarto libro de la saga, y uno de los más largos hasta el momento, un tanto difícil de resumir porque pasan demasiadas cosas, entre Brianna y Roger viajan al pasado en busca de Claire y Jaime, y estos tratando de encajar en este nuevo continente, entrando un poco más en la vida con Ian y Rollo, al inicio vemos como Jaime tiene que ir a ver como ahorcaran a un antiguo conocido y es aquí cuando uno de los sentenciados logra escapar en un momento de distracción, y por azahares del destino más tarde se topa con Jaime a quien le hace creer que es inocente y este opta por ayudarlo sin esperar la gran traición que recibirá en gran parte del libro por este despreciable personaje.
Por otra parte, Roger se da cuenta que Brianna se comporta diferente y que de un día para otro desaparece junto con dinero de la época en que se debería de encontrar Claire y Jaime, por lo cual decide ir detrás de ella sin saber las grandes aventuras por las que va a pasar.
Claire en este nuevo país comienza a trabar amistad con una curandera quien le entrega una piedra y le recuerda que lo que va a pasar no será su culpa, haciendo énfasis en la futura enfermedad que azotará el lugar.
Ian, a quien su madre le pido a Jaime lo mantuviera con él, comienza a tener un crecimiento en la historia al empezar a juntarse con varios indios que están cerca de sus tierras, un aspecto que será muy importante a lo largo de la trama.
Como siempre la autora nos regala un gran contexto histórico, a veces abusando de él, que en cierta medida podrán, o no, ayudar en la trama, la verdad que, aunque es el libro más largo hasta el momento no fue tan pesado como lo esperaba.