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Quién mató a Alex es una novela muy extensa y a la par muy rápida de leer que, paradojicamente, acabas pasando la última página sin averiguar quien fue verdaderamente mató a Alex. Una gran estrategia de marketing para seguir con la saga hasta el final. Por contra, aun sin despejar la gran incógnita que gira entorno la trama, acabas el libro con muchos misterios resueltos y muchos de ellos que, sorprendentemente, nunca hubieras llegado a imaginar. Secretos familiares, amistades dudosas, romances paranormales. Sin lugar a duda, un remake muy bien elaborado de lo que vendría siendo Por trece razones. Aunque en este caso, el personaje central de la trama no se suicido, sino que fue asesinado pero, ¿por quién? |
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