Donde no había lobos

Donde no había lobos de Pepa G. Lillo me ha parecido un libro fuera de lo común, por lo que estoy segura de que, si no llega a ser por la masa crítica de Babelio, ni siquiera lo habría conocido. Y, la verdad, habría sido una pena.

Cuando lo propusieron para la masa, el título me llamó la atención enseguida y la sinopsis, que no entra en demasiado detalle, me despertó algo dentro de mí que me hizo querer saber más del libro, así que estoy muy contenta con que este haya sido finalmente el libro que me llegara de la masa.

Entrando en materia, la edición me ha gustado y las ilustraciones me han parecido muy bonitas y acertadas, le dan un toque extra a la lectura. El libro puede resultar un poco denso, pero como está dividido en tres partes y cada parte está dividida en un montón de capítulos cortitos, se hace mucho más ameno a la hora de leer (al menos para mí, que prefiero leer más capítulos, pero más cortos).

El ritmo al principio es un poco lento, ya que tenemos un plantel de personajes de lo más variopinto, donde lo más peculiar de entrada son sus nombres (Anciana, Solo del Todo, Casco, Roncavoz, etc.), pero, a medida que se avanza la lectura, el ritmo se vuelve más trepidante y no quieres soltar el libro hasta conocer el desenlace.

Como he dicho, el libro está dividido en tres partes, que pueden parecer como tres relatos diferentes pero relacionados entre sí, pero nada más lejos de la realidad, pues conforme vayamos leyendo iremos descubriendo el porqué y cuál es la conexión de todo.

En cuanto a la historia, me ha gustado bastante la ambientación en una aldea con brujas y seres sobrenaturales. Es cierto que últimamente abundan más los relatos “positivos”, por así decirlo, de este tipo de criaturas, por lo que ver de nuevo la naturaleza “negativa” de siempre me ha chocado, pero no me ha molestado. al revés, la he sentido como un soplo de aire fresco. Eso sí, me habría gustado que la trama de las sirenas la hubieran desarrollado más, porque me pareció muy interesante y se le podría sacar muchísimo.

En definitiva, se trata de una historia sencilla con tintes sobrenaturales, de la vieja guerra del bien contra el mal, con un toque pintoresco y que resulta bastante amena. Si no la conocíais, os la recomiendo.