Donde no había lobos

He leído este libro gracias a masa crítica, la verdad es que sin esta oportunidad estoy totalmente segura de que nunca hubiese acabado entre mis manos, ya que se trata de una obra poco conocida.

Se trata de un libro bastante denso debido a su formato y este ha sido uno de los aspectos que menos me han gustado de él, ya que son más de 400 páginas con una letra pequeña y sin apenas interlineado. Lo cual hace que la lectura sea un poco incómoda y cansada (por lo menos para mí) ya que visualmente no es nada atractiva.

La historia está organizada en 3 partes y cada una de ellas está compuesta de capítulos cortos entre los cuales se van intercalando los hechos y la acción. Me ha gustado bastante esta forma de organizarlos y sobre todo la narración de la autora, la cual es muy visual gracias a las descripciones que hace y aunque sean constantes no llegan a ser pesadas ya que forman parte de la trama en sí.

Los personajes son bastante peculiares, aunque la historia también lo es. Lo que más llama la atención, de buenas a primeras, es el nombre que le da a cada uno: Anciana, Abril, Solo del Todo, Huesos... Sin embargo creo que ha sido una buena elección ya que ciertamente en la historia aparecen bastantes personajes de forma continuada y el hecho de que el nombre sea tan peculiar hace que los recuerdes con facilidad.

Un punto a su favor, y que a mí me ha gustado bastante, ha sido la introducción de diferentes seres místicos y cómo estos se relacionan como tal. Entre manos tenemos una historia de brujas, lobos y sirenas y cada uno de ellos hacen lo que hacen porque forma parte de ser, su esencia. Está todo justificado y bien relacionado, manteniendo su base más "real" sin entrar en la dulcificación de los mismos. La historia de las sirenas para mí ha sido la que más me ha gustado.

En resumen, se trata de un libro en el que los hechos ocurren en una aldea azotada por la maldad de una bruja, tan tirana como su nombre indica, que solo busca su supervivencia. Anciana, la hechicera encargada de su protección, y los aldeanos, trabajarán conjuntamente para paliar los daños, pero el camino será largo y lleno de baches en el que ambos lados tienen mucho que perder.