Mentiría si digo que me gustó tanto como la primera entrega. En ocasiones las trilogías en realidad deberían ser tan solo un libro (como sucede con el Señor del Tiempo de Louise Cooper) y aunque he dicho que vale la pena leer esta historia, no puedo negar el hecho de que tiende a ser un tanto tediosa y ciertos acontecimientos demasiado tontos para generar alguna emoción en el lector. En esta ocasión nuestra protagonista comete un error (o toma una desición) que desencadena los acontecimientos de esta entrega y de Muerte de Tinta, llevando al lector a conocer con más detalle aquel mundo maravilloso, pero a pesar de haber derrotado al mayor de los enemigos aún existen muchos seres despreciables por combatir. |