Este primer tomo de Chainsawman realiza una propuesta que claramente dista de las opciones habituales de la famosa revista Shonen Jump. Similar a lo que hicieron en su tiempo Takeshi Obata y Tsugumi Ohba con su obra más importante, Death Note, Tatsuki Fujimoto pretende romper moldes. El punto de partida se nos presenta con ciertas convenciones al trasladarnos a un mundo donde existen individuos ocupados de la cacería de demonios que amenazan el orden y la paz. A pesar de ello, se nos dan visos de lo que vamos a ver: violencia, humor negro, giros argumentales, personajes carismáticos, etc. Sin duda, una de las obras más interesantes y emocionantes de los últimos tiempos dentro de la sobreexplotada demografía shonen. |