El dilema de Carla tiene nombre y apellido, y como no podía ser de otra manera, por supuesto, es de hombre: Jake Russell, guapo, tatuado y vocalista del grupo de rock del que Carla, tras aceptar una propuesta de trabajo que la llevará directamente a los Ángeles, será la asistente en su próxima gira. Como es obvio, entre ellos surge la chispa casi desde el principio, pero Carla pronto descubrirá que no es oro todo lo que reluce, y que la fama y el éxito tienen un lado oscuro. Alcohol, drogas, excesos y rock&roll, capaces de ensombrecerlo todo. Me ha encantado el personaje de Carla, con carácter, madura, sensata, y a la vez un poco alocada, A Jake, le hubiera dado un guantazo, o diez, y créedme cuando os digo que se los tendría merecidos. Y por supuesto mención especial para mis secundarios favoritos, Sam y Alma. Ahora estoy deseando hincarle el diente a "pondré tu mundo del revés" porque, ¿para qué nos vamos a engañar?, Alma promete, y mucho. Es de esos secundarios con chispa y carácter que piden a gritos su propia historia. |